El Ministerio de Educación y FP, tras escuchar las propuestas de todas las comunidades, estableció la voluntariedad de la reapertura de los centros para la actividad lectiva, siempre siguiendo un marco establecido por las recomendaciones de las autoridades sanitarias. De esta forma, la Comunidad aragonesa no retomará la actividad lectiva presencial en este curso en ningún nivel educativo, ya que, como puso de manifiesto el consejero durante la reunión, las medidas sanitarias que se deben cumplir según los protocolos establecidos hacen imposible la reincorporación del alumnado. La decisión se toma además para permitir que todo el alumnado pueda finalizar sus enseñanzas este año, ya que no se puede compatibilizar la enseñanza a distancia con la que se realiza online, lo que pondría en riesgo la continuidad del modelo actual, como quedó recogido en la orden publicada el pasado 29 de abril y que establecía las directrices de actuación para el tercer trimestre del curso.
No obstante, Aragón sí permitirá que los alumnos de 2º de Bachillerato y de los segundos cursos de Formación Profesional puedan acudir a los centros para acciones tutoriales, de cara a las pruebas que tienen que afrontar estos estudiantes. Siempre, con cita previa. Esta medida podrá ampliarse a otros cursos y niveles si el profesorado y los equipos directivos consideran que es necesario en algún caso.

Medida que afecta a los centros dependientes de DGA

El cierre de la actividad lectiva presencial afectará asimismo a los centros de educación especial, donde tampoco es viable la reincorporación con las debidas garantías sanitarias, y a las escuelas infantiles dependientes del Gobierno de Aragón. El resto de la oferta, tanto en el caso de las dependientes del Ayuntamiento como las privadas, podrá abrir si así lo estima su titularidad. Para ello, el Gobierno de Aragón enviará el protocolo sanitario previsto para la fase 2 y que, por tanto, resultará de obligado cumplimiento en el caso de apertura.
Respecto a la Sectorial, el consejero «agradeció» que la ministra haya recogido las aportaciones que se remitieron desde Aragón esta semana, «su tono dialogante y que nos deje autonomía a las comunidades para que podamos encarar estas fases de desescalada según nuestras circunstancias», valoró tras la reunión. Es por esto por lo que Aragón no recuperará la educación asistencial. «Estamos satisfechos de que podamos desarrollar este modelo educativo y de que se genere esa tranquilidad que tanto necesitábamos en la comunidad educativa», añadió.
Faci reiteró el discurso que ya desplegó ante los medios de comunicación al ser preguntado la semana pasada en la presentación del proceso de escolarización. Además de que no existen garantías de cumplir con las medidas de seguridad y por eso se apuesta por la educación a distancia, el nivel de conciliación no sería tal. «No hay transporte, no hay servicios de comedor… Esta posibilidad de conciliar se queda extremadamente limitada», dijo.

Curso 2020-2021

Por la mañana, y a petición de Ciudadanos, el consejero compareció en las Cortes de Aragón para explicar las medidas planificadas por su Departamento para la adaptación del próximo curso escolar. Según Faci, el curso 2020-2021 se plantea como una continuidad del actual y se iniciará estableciendo un plan de refuerzo basado en un informe individualizado del alumno y en una memoria final que recogerá los contenidos no impartidos este último trimestre, de manera que se den en las primeras semanas del siguiente curso, bajo los principios de la educación como un proceso continuo y la evaluación continua del alumnado. Para ello, será necesario hacer una adaptación curricular que incidirá en los contenidos esenciales y en las competencias básicas. La organización curricular en Primaria se llevará a cabo por ciclos. Y, en el caso de primero de la ESO, por áreas, de manera que se facilite la transición entre la Primaria y la Secundaria.
En este sentido, el diputado de Ciudadanos, Carlos Trullén, avisó de que el cierre de colegios «podría ampliar las diferencias entre alumnos». Por ello, pidió al consejero «abordar las brechas socioeconómica y digital con decisión y valentía para no dejar a nadie atrás».
Asimismo, el Departamento de Educación aragonés prepara un plan de contingencia que prevé un escenario de incorporación para septiembre, adaptado a las medidas higiénicas y de circulación y acceso que puedan presentarse, con diferentes escenarios en función de la situación sanitaria. En cualquier caso, se plantea ya un detallado plan de digitalización, que incluirá formación del profesorado, adaptación de plataformas y elaboración de materiales. Se quiere así establecer una organización flexible que se pueda adaptar a las medidas y al nivel de limitación que impongan las autoridades sanitarias y, por tanto, a cualquier escenario que se pudiera presentar.

Colaboración con el ministerio

Acerca del próximo curso, en la Conferencia Sectorial de Educación se acordó elaborar orientaciones que ayuden a las comunidades autónomas y a los centros educativos a diseñar sus propios planes de contingencia que permitan garantizar el desarrollo de la actividad educativa, respetando tanto las competencias de cada una de las comunidades como la autonomía docente de los centros educativos. Así lo explican desde el ministerio desde donde apuntan que esta medida es una continuidad al acuerdo adoptado el 15 de abril.
El grupo de trabajo abordará diversos aspectos como la organización escolar adaptada a la pandemia, la programación didáctica de cursos y áreas, la dotación tecnológica y el refuerzo de la competencia digital y el seguimiento y apoyo de la actividad lectiva a distancia.
El documento de orientaciones, que deberá estar elaborado antes de que comiencen las vacaciones estivales, tendrá en cuenta tres posibles escenarios.
El primero, que la evolución de la pandemia permita que la actividad educativa se lleve a cabo de manera presencial en los centros educativos sin la obligación de mantener la distancia interpersonal. El segundo, que la evolución de la pandemia continúe obligando a mantener la distancia interpersonal en todos los centros educativos como medida de prevención para evitar contagios. En tercer y último lugar, que la evolución de la pandemia impida el desarrollo de la actividad educativa presencial en algún momento del curso 2020-2021 debido a algún rebrote que obligue de nuevo al confinamiento.
En todos los supuestos será necesario adaptar los currículos y las programaciones de los cursos, áreas y materias para prestar especial atención a las competencias fundamentales y para recuperar los déficits ocasionados por la importante alteración que provocó la brusca suspensión de la actividad presencial en marzo.
Si la evolución de la pandemia continúa obligando a mantener la distancia interpersonal y no es posible por tanto que se concentre en una misma aula todo el alumnado de un mismo grupo y etapa educativa, sería necesario adoptar medidas como optimizar todos los espacios del centro educativo, combinar la actividad presencial con la actividad a distancia o adecuar los horarios para cumplir las condiciones sanitarias establecidas y garantizar la continuidad de la formación.
Esta situación requeriría además dotar a los centros de equipamiento higiénico-sanitario para el personal y el alumnado entre otros protocolos. En todo caso, se deberán programar contenidos y actividades educativas adecuadas para la enseñanza a distancia y online y hacer previsiones para la eventual evaluación a distancia de partes del curso. También será necesario dotar de equipamiento tecnológico y desarrollar actividades de formación intensiva del profesorado, así como diseñar planes de preparación del alumnado.
En este sentido, la ministra de Celaá anunció que el ministerio «está ya trabajando con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para diseñar un programa de cooperación territorial que permita incrementar los recursos para avanzar en la digitalización».